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Campo 5: Fútbol 11 (100 × camiseta futbol 2024 65 metros). En 1919 se ubicó en un campo situado en la manzana entre las calles Industria, Cerdeña, San Antonio María Claret y Sicilia, en un estadio que disponía de una tribuna con capacidad para 3000 personas. En la década de los años 20 el fútbol -al igual que la rivalidad entre ambos clubes- es muy popular en Cataluña, y en el año 1924, en un momento de gran convulsión política y social, se disputó en el Camp de Les Corts el derbi conocido como de la xavalla (perteneciente al Campeonato de Cataluña), donde por parte de ambas aficiones se registraron incidentes violentos que acabaron con el lanzamiento de monedas al campo y la suspensión del partido (para su posterior reanudación a puerta cerrada). Participó con la Selección de fútbol de Suecia de los Mundiales de 2002 y 2006, camisetas futbol baratas de la que se retiró por voluntad propia. Calendar selector, permite optimizar la selección de horarios teniendo en cuenta factores diversos como asistencia a estadios, audiencias, climatología, etc.
El fileteado dejó de verse entonces como una simple artesanía que servía sólo como un sencillo ornamento para carro o camión, y se le dio una mayor importancia, reconociéndose en el país y en el exterior como un arte de la ciudad, que desde entonces se “separó” del camión y se extendió a todo tipo de objetos. En junio de 2016, Uruguay participó en la Copa América Centenario, edición especial que conmemora el aniversario n°100 de la primera edición de la Copa América, la cual había ganado Uruguay. A pesar de todo, se clasificó a la Copa del Generalísimo, en la que después de superar al Real Unión Club en un partido de desempate por 5-1, cayó contra el Betis en dieciseisavos de final. El problema fue que prácticamente no existían cursos para aprenderlo y escaseaban los lugares donde el fileteado se utilizara. 0,0 desde 2016, lo que denota su inmejorable solvencia y valor de máxima calidad crediticia para las entidades financieras.
Éstas, a las cuales el fileteado casi siempre hizo referencia sólo cuando se trataba de una madre, una virgen o una sirena; comenzaron a interesarse por este arte. A partir de la década de los 90 también se agregan varias mujeres a este oficio. Así, de a poco, pintoras talentosas fueron aprendiéndolo y de esta manera se llegó en septiembre de 2003 a organizar una muestra de obras realizadas por 15 mujeres en el Museo de Arte Popular José Hernández, siendo su curador el mencionado Ricardo Gómez. Los pedidos de obras eran realizados por camioneros y colectiveros, oficios que eran considerados poco apropiados para mujeres. El fileteado comenzó a pintarse en cuadros, algo en lo que se destacó Martiniano Arce, seguido más tarde por Jorge Muscia. También Martiniano Arce, que tuvo mucho que ver en lo que respecta a llevar el fileteado al lienzo, ha realizado obras que han recorrido el mundo. Entre los mejores exponentes de este arte (Maestros Fileteadores, citados por los estudiosos Nicolás Rubió y Esther Barugel), se encuentran los primeros fileteadores: Salvatore Venturo, Cecilio Pascarella, Vicente Brunetti, Alejandro Mentaberri, Pedro Unamuno, y el renombrado Miguel Venturo; a una segunda generación pertenecen Andrés Vogliotti, Carlos Carboni, León Untroib, los hermanos Brunetti, los hermanos Bernasconi, Enrique Arce, Alberto Pereira, Ricardo Gómez, Luis Zorz (ver su placa del Café El Japonés) y Martiniano Arce, destacándose este último como un renovador al utilizar por primera vez el fileteado porteño como pintura de caballete y obteniendo a lo largo de su trayectoria un sólido reconocimiento en el terreno del arte.
↑ a b c d e f Citada en Los Maestros Fileteadores de Buenos Aires (véase la bibliografía). Las obras que se expusieron en la galería se encuentran actualmente en poder del Museo de la Ciudad de Buenos Aires. Algunos de los pocos que orientaron a los más jóvenes fueron Luis Zorz, Ricardo Gómez (el primero que comenzó dictando talleres a mujeres, en Parque Avellaneda), Alfredo Martínez, y Genovese, este ya hacia fines del siglo XX. El lugar elegido fue la calle Jean Jaurès en la cuadra del nº701 al nº799 (entre las calles Zelaya y Tucumán), en la que se encuentra el mencionado museo que fue a su vez vivienda del ídolo tanguero de Buenos Aires. De 80 artistas inscriptos, un jurado conformado por arquitectos, artistas y vecinos premió a seis, que realizaron sus proyectos en sendas fachadas de vecinos del museo, los cuales se comprometieron a mantener los frentes intactos por lo menos por un año.